Sevillano a toda hora. Español intentando dar un beso a lo cubano y siempre en espera del otro cuando lo sorprende un abrazo caluroso. Equipo Manuel, aunque Melendi y Malú también se pelearon por él en el talent show que, en su temporada, pertenecía a la cadena española Telecinco.
Carlos Modroñal Salguero, más conocido por su nombre artístico Carlos Torres —pues así conocen a su familia en el pueblo donde viven—, lleva la música en la sangre desde pequeño. En 2010 fundó el grupo Indama con su familia, y en 2014, en Mainera de Alcor, daba su primer concierto en solitario en un bar de copas, después de enamorarse de las cuerdas de su guitarra.
Este muchacho apenas reúne 30 años y fue el segundo finalista de La Voz de España en 2016. Recientemente visitó Artemisa y no lo dejamos ir sin hacerle algunas preguntas.
Recuerdo perfectamente tu audición en La Voz. Interpretaste A que no me dejas. ¿Qué se siente cantar con esas sillas viradas y la sensación cuando alguna se voltea?
- Esas cosas no suelen pasar todos los días. Que artistas como Manuel Carrasco y Alejandro Sanz escuchen a un simple músico subirse a un escenario, y les guste la manera de transformar, de versionar las canciones, pues nos gusta mucho. Es una experiencia muy bonita, muy emocionante y un recuerdo para siempre.
¿Qué pasó con Carlos después de La Voz?
- Pues Carlos sigue en la música, entregando su corazón al público. Continúa siendo el mismo de antes. Ahora tengo más visibilidad con el público, pero soy igual: humilde, con los pies en la tierra y muchas ganas de dar guerra.
¿Después de La Voz, prefieres Madrid o Andalucía?
- Suelo estar en Andalucía. Me gusta mucho mi tierra y solo voy a Madrid cuando debo trabajar allí. A veces, cuando hay trabajo, debemos salir fuera, pero ahora prefiero quedarme en el confort que me da mi pedacito.
¿Cómo se fusionan al proyecto Habana Alternativa?
- Ocurre a raíz de un trabajo anterior con Andy y Lucas, y fue buena la faena con ellos. Querían contar con artistas de La Voz y, en este caso, contaron conmigo y con Alba y Laura. Yo supercontento de estar aquí. Además, vinimos en representación de España a compartir escenarios con los finalistas de Sonando en Cuba, un programa similar a nuestro talent: ha sido muy bueno.
¿Qué te ha parecido Cuba?
- Me parece un país fantástico. Me levanto por las mañanas y estoy escuchando música hasta dormirme. Una tierra con mucho son y mucho sonidete. Y, sobre todo, las personas tienen un gran corazón.
¿Qué tal el concierto en Artemisa?
- ¡Uff! Una explosión de muchos sentimientos, porque ha sido toda una locura. Ha ido de menos a más, como cada evento hecho, y eso es fenomenal. Además, lo disfruto cada vez más.
Pese a no transmitir La Voz de España en la televisión nacional, la gente la consume.
Soy consciente de que aquí estáis muy enterados. Ya cuando me pronuncié en las redes sociales anunciando lo de venir, mucha gente me escribió desde Cuba y de toda Latinoamérica alegrándose. Aquí le tienen un respeto inmenso a La Voz, a España y todos sus artistas.
Pensaba que nadie aplaudiría cuando dijeran Carlos Torres en un escenario, pero estoy sorprendido.
Esto es un camino en blanco, un recorrido obligatorio para disfrutar. Poquito a poco hay un buen trabajo con la gente.
Paseando por la Habana Vieja unas personitas me reconocieron, seguidoras de La Voz. Para mí es un orgullo que la gente, fuera de mi tierra, me detenga y reconozca mi trabajo. Ha sido muy bonito.