Aliada en las lides de dar exquisito sabor a las comidas, la cebolla (Allium cepa), tiene presencia permanente en nuestra cocina. Sin embargo, muchos desconocen los beneficios de esta planta herbácea para la salud.
Es buena para la circulación al evitar la formación de coágulos y promover la circulación sanguínea. Tiene n propiedades diuréticas, pues favorece la eliminación de líquidos corporales y junto al ajo es uno de los mejores remedios naturales para combatir procesos infecciosos del aparato respiratorio (gripe, bronquitis, faringitis, etc.).
Basta con colocar cerca de la cama del enfermo una cebolla partida por la mitad y el enfermo podrá respirar sin dificultad. Funciona muy bien con niños pequeños .
Además, favorece la digestión, al estimular el hígado, la vesícula y el páncreas; es capaz de eliminar las toxinas y fermentos que se producen en el estómago tras la digestión.
Como dato curioso te cuento que este alimento procede de Asia y era considerada casi un talismán por los egipcios, que le atribuían el alivio de numerosas enfermedades.
El gran médico Hipócrates la prescribía como diurético, para curar heridas y tratar neumonías. La medicina tradicional china la recomendaba sobre todo para enfermedades respiratorias.
En la actualidad es la tercera hortaliza más cosechada después del tomate y la papa, y se cultiva y utiliza en todo el mundo.